Por: Elián Zidán
Si algo aprendió Donald Trump tras su polémica salida de la Casa Blanca, es que la lealtad no tiene precio.
Es por eso que, en esta ocasión, el presidente electo estará premiando la fidelidad, desde su vicepresidente hasta su gabinete, conformado por sus más férreos simpatizantes y quienes lo han apoyado en las buenas y en las malas.
Desde su aplastante victoria, comenzaron a circular posibles nombres de quienes podrían acompañarlo en este gran retorno a la Casa Blanca. Todo parece indicar que Donald Trump se está cuidando las espaldas desde todos los flancos, y quien estará asegurándose de que esto ocurra es Susie Wiles, su principal asesora política y exjefa de campaña, quien, a partir de enero, se convertirá en la primera mujer jefa del gabinete.
Pese a que muchos se han sorprendido con los nombramientos anunciados esta semana, no deberían estarlo, ya que Trump está cumpliendo con su promesa de campaña. Ha seleccionado un meticuloso grupo que lo ayudará a cumplir sus ideales para el país.
La nación, en su mayoría, votó por las promesas que Trump propuso durante su campaña para un segundo mandato. Una de ellas es reforzar la seguridad en la frontera y llevar a cabo una deportación masiva de los millones que ingresaron de manera irregular en el país en los últimos años.
Para ello, designó a Tom Homan como el próximo "Zar de la Frontera". Este ex policía, ex agente de inmigración y fiel seguidor del presidente electo, será quien supervise y ejecute este ambicioso plan prometido por la administración entrante.
A este grupo se suma Kristi Noem, la próxima secretaria del Departamento de Seguridad Nacional. La actual gobernadora de Dakota del Sur, a pesar de vivir a kilómetros de la frontera, trabajará mano a mano con Tom Homan en la línea dura contra la inmigración irregular y supervisará varias agencias del gobierno como ICE y FEMA.
En este frente migratorio, también está Stephen Miller, quien ocupará el cargo de subjefe de gabinete para política. Miller, uno de los principales asesores de Trump, jugó un papel crucial en la creación de sus políticas migratorias estrictas durante su primer mandato y será fundamental en el intento de deportar en masa a los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
En cuanto a la defensa nacional, el presidente electo sorprendió a muchos con el nombramiento del presentador de Fox News Pete Hegseth como titular del Departamento de Defensa. Este veterano de la Guardia Nacional públicamente se opone a la presencia de mujeres en el ejército y es un firme defensor de las políticas conservadoras, especialmente en lo que respecta a temas como la seguridad nacional, la inmigración y la Segunda Enmienda.
Pero, sin lugar a dudas, el nombramiento más esperado por muchos hispanos es el del senador de Florida Marco Rubio, como el próximo secretario de Estado. Esta será la primera vez que un hispano encabeza el puesto diplomático más importante del país.
Rubio, hijo de padres cubanos, ha sido un crítico absoluto de las dictaduras en América Latina y, desde el Comité Selecto de Inteligencia Exterior del Senado y el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, ha tenido posturas duras sobre China, Irán y Rusia. Al igual que otros republicanos, Rubio dejó atrás sus peleas con el expresidente, se alineó a sus planes y hoy está siendo recompensado.
Matt Gaetz, como el próximo fiscal general, ha levantado muchas cejas. Este exrepresentante leal a Trump estaría a cargo de liderar la misma rama ejecutiva del gobierno que pasó años investigándolo por supuestamente haber incurrido en conductas sexuales inapropiadas, consumido drogas ilícitas, aceptado regalos indebidos, concedido favores e intentado obstruir las investigaciones gubernamentales sobre su conducta.
Si hablamos de sorpresas, tenemos a Elon Musk y a Vivek Ramaswamy. En el tablero de ajedrez se sabía que figurarían para algún cargo por su apoyo al presidente electo, pero se desconocía cual. A pesar de las regulaciones gubernamentales que afectan a sus negocios, ahora estarán a cargo del Departamento de Eficiencia de Gobierno.
En lo que parece ser un ejercicio de juez y parte, estos millonarios empresarios estarán a cargo de esta nueva agencia federal, que se encargará de eliminar la burocracia y recortar el gasto de varias dependencias del gobierno.
Junto a este equipo de "leales", Donald Trump llega más que fortalecido al ejecutivo. No obstante, con tener a sus más fieles allegados en su gabinete, cuenta con una mayoría absoluta en ambas cámaras del Congreso para poder llevar a cabo sus planes para este segundo mandato.
Veremos si los nominados son confirmados por el Senado y también el tiempo nos demostrará cuánto durarán en el cargo, ya que la historia misma de la pasada gestión de Trump nos recuerda que pueden ser despedidos en cualquier momento.
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